jueves, 18 de junio de 2009

Pídeme que sea tu enamorado




Me da pena que me mires de reojo y no te atrevas a mirarme de frente. Hoy te has cruzado conmigo por las gradas que dan hacia el curso que, felizmente, compartimos: Psicología.
Gracias a una divina providencia, creo, no nos ha tocado estar cerca. Tú has formado tu grupo con las mismas chicas, las de caritas alegres, las que no matan ni una mosca, sí con ellas. Hemos hecho un tema absurdo, tan absurdo, de cómo realzar o levantar la autoestima. Toda la hora te estado mirando de frente. Mi amigo, con el que siempre me ves, a cada rato me ha dicho que deje de mirarte porque es demasiado evidente, pero yo le he dicho que no te miro porque estoy tan embelesado contigo, sino, quiero hacerte sentir cómo me gusta amarte sin reproches ni vergüenzas. Sí pues, me los has vuelto a repetir que ya no te mire así, que deje de hacerte esas sonrisitas sardónicas y mueva la cabeza de un lado para el otro para volverme a convencer que me amas, aunque nunca me lo has dicho de frente, y siempre valiéndote del internet, y todas esas soporíferas tardes que pago mis 50 céntimos para esperar como un tonto que me escribas y me digas: “lindo me has escrito, ayer”. Pues eso sí que no me gusta. Siempre los mismo, ayer, hoy y mañana te escribiré bonito porque te lo mereces mas que a nadie en el mundo, así mi mamá se resienta toda una vida conmigo y no me incluya en su testamento; siempre te escribiré bonito
Ayer, cuando salías del baño sola quise acercarme a ti, decirte por lo menos hola, cómo estas; pero sabes que yo también no me atrevo a hablarte pero mirarte, escribirte mails, mandarte un poemita mal hecho pero con harto cariño, en eso si soy atrevido. “la ignorancia es atrevida”, hoy me has escrito en uno de tus mails, que lindo a sido leer esa frasecita en voz alta. Si pues, me prefiero ignorante y seguir siendo un atrevido contigo, para poder amarte con miraditas coquetas, risitas burlonas; pues seré un enamorado atrevido hasta el uñero.
Ahora estoy tratando de escribirte algo bonito para mañana para que puedas leerlo, pero créeme, no me sale nada bien, he querido escribirte – mejor dicho contarte - , lo que leí el otro día en el internet sobre cómo animales solían demostrar sus formas de afecto, si así se puede llamar eso, y lo único que he logrado ser el único animal enfermo que cada día muere por ti. Por esos dientecitos de conejo y ese rubor que me gusta cuando te pones rojita; sí, por esas cositas insignificantes, me gustas tanto.
Mi amigo ya me ha puesto fecha para pedirte que seas mi enamorada, pero ni de vainas me voy a atrever a decirte algo, tu lo sabes muy bien, pero ahora estoy comprometido en pedirte en un mes; ojala sea eterno ese mes, porque ni ha balas te voy a pedir que seas mi enamorada.

Pdta. Eso de que ni a balas te voy a pedir que seas mí enamorada esta en duda, quién sabe. Un día antes de cumplir el mes, tú y yo, estamos juntos.

No hay comentarios: